Para los promotores inmobiliarios nunca ha sido una inversión redituable construir para aquellos que a veces no pueden costear ni sus necesidades básicas, por ello, dentro de los planes de vivienda de bajo costo, hasta el día de hoy, es prácticamente imposible encontrar alguna opción para las personas que malviven dentro de las grandes ciudades o en la periferia dentro de estructuras hechas con palos de madera y cubiertas de cartón o arropados simplemente con un plástico.

El hecho de que la convocatoria esté abierta a diversos sectores de la población tiene como objetivo recopilar el mayor número de puntos de vista posibles en un mismo espacio de creación, para posteriormente ser analizados y discutidos por un grupo de especialistas en la materia, quienes darán fe de que con recursos mínimos es viable la realización de espacios funcionales y seguros, en los que la gente pueda tener, por lo menos, un lugar digno donde dormir.
Es importante mencionar que los creadores del proyecto han manifestado que no pretenden que éste sea entendido como una obra de caridad, sino como una oportunidad de negocio que puede ayudar a generar nuevas soluciones de vivienda para un vasto sector de la población mundial que hasta el momento ha sido omitido.
Construir una casa con unos cuantos dólares quizá sea viable, pero si como dicen los promotores de $300 House, la intención es hacer de la vivienda económica un negocio redituable hay algo que no es coherente: La gente en condiciones de miseria extrema a veces no tiene ni para comer, entonces ¿Cómo podrían costear las viviendas sus posibles propietarios? ¿Hay algún proyecto para generar empleos con los que la gente pudiera financiarse una casa?
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