En verano de 2010, Valentino abrió los jardines de su castillo a las afueras de París para presentar el proyecto de Valentino Garavani Archives. Convocó a Gwyneth Paltrow, Marc Jacobs o Anna Wintour para anunciar que 10.000 bocetos, cientos de fotografías y 2.000 cartas se podrían consultar, previa cita, en el antiguo granero de la finca. La fiesta fue fabulosa, pero conseguir acceder después a los fondos no era precisamente fácil. Es lo que pasa cuando organizas un museo en tu propia casa.
Valentino en la buhardilla del granero reformado en museo en su castillo francés, en verano de 2010 (Valentino Garavani archives)
Desde el principio se habló de digitalizar los fondos para que estos pudieran consultarse en internet. Una idea que, a efectos de difusión del legado, resultaba bastante más cabal y práctica. Finalmente, el proceso se ha completado y el museo virtual abrirá el 5 de diciembre. “La tecnología es una forma de dirigirse a una audiencia joven con un lenguaje que puede entender más fácilmente. Los archivos Valentino no son un museo de cera. Queremos algo vivo y no un puro ejercicio de nostalgia”, explicaba Giancarlo Giammetti en 2010.
Giammetti, socio y compañero de Valentino desde 1960, es el impulsor de este proyecto. Se diría que sigue el ejemplo de Pierre Bergé. Busca preservar y difundir la herencia en la moda del diseñador italiano -que se retiró en 2008- tal como la Fundación Pierre Bergé-Yves Saint Laurent ha hecho con el francés. Una política en la que se enmarcan exposiciones como la que se puede ver hasta enero en Madrid.
Nota completa: Un museo virtual para Valentino >> Delitos y faldas >> Blogs EL PAÍS.
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