La Villa Mairea, ubicada en la localidad de Noormarkku, en Finlandia, es una casa de campo diseñada por uno de los arquitectos más influyentes del siglo XX, el finlandés Alvar Aalto. La vivienda cuya construcción se llevó a cabo de 1937 a 1940, se levanta en medio del bosque, y como muchas de las obras de Alto, es un paradigma de la arquitectura ecológica.
El proyecto, se realizó por solicitud de una pareja de empresarios de la madera, Harry y Maire Gullichsen, quienes desde el principio le solicitaron a Aalto fuera una estructura experimental. La vivienda representó para Aalto, todo un desafío estético, ya que su diseño rompe con la rigidez de las formas derivadas del racionalismo, mediante trazos más suaves que responden a la arquitectura tradicional finlandesa y que se integran mejor al paisaje.
El programa arquitectónico fue distribuido en una planta con forma de L, con un cuerpo independiente: el sauna, algo apartado y ligado a una alberca al aire libre. Ese gesto es reforzado por un grueso muro de piedra local que define una nueva “L”, completando el lado este y el norte por detrás del sauna. Por fuera de esa línea se sitúa la zona de servicios.
Inicialmente la casa tenía dos accesos, uno para el estudio y otro para la casa propiamente dicha; finalmente Aalto decide situar el acceso hacia el sur, por delante del encuentro entre el ala este y la sala de estar y lo hace mediante una contundente marquesina que se extiende hacia delante describiendo un gesto envolvente. Al entrar a la casa, un muro escalonado y de curvatura asimétrica, sobre el que se insertan unas columnillas de madera a modo de filtro visual, define los dos movimientos posibles, hacia la sala de estar o hacia la cocina.
En la planta alta están los dormitorios orientados a sur, una sala de estar familiar y unas terrazas a sur y norte. El espacio principal de la casa es un cuadrado diáfano de 250 metros cuadrados, divisible mediante muebles y tabiques móviles. Todos los muebles fueron diseñados especialmente para la casa por Alvar Aalto y su primera esposa, ino. Aalto utiliza una estructura de pilares metálicos que enfunda con distintos diseños de fibras vegetales, alejando la posibilidad de contacto frío con el cuerpo.
Asimismo, utiliza con profusión el mismo tipo de columnilla de madera que actúa a veces estructuralmente y a veces, como simple filtro visual generando un interesante juego perceptivo con los troncos de los árboles del bosque que rodea la casa.
El proyecto de Aalto presta cuidadosa atención al paisaje que lo rodea, que tiene continuidad en el interior de la casa a partir de una serie de columnas verticales de acero negro, envueltas en rattán para recordar la corteza pelada y el centro dorado de los pinos, hacen que el interior remita a un bosque. Otros elementos de la casa están revestidos con tiras de abedul, dobladas y triplicadas para sugerir la variedad de la naturaleza. Las columnas son postes de madera que amparan la escalera y entrada y cuando se pasa a su lado es como si se estuviera rodeado de árboles.
Sin lugar a dudas esta casa es un paradigma de la arquitectura moderna, que a la vez que propone una arquitectura que responde a su tiempo, se integra con el paisaje y cultura de las cuales forma parte.
Fuente: arq.com.mx
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