China, un país que cuenta con 16 de las ciudades más contaminadas del planeta, ha cobrado conciencia del problema que enfrenta: una población urbana cada vez mayor y recursos cada vez más escasos. Por ello, Teda –nacida de una colaboración entre los gobiernos de China y Singapur y cofinanciada por empresas privadas de ambos países– emerge en 2008 como uno de los proyectos más ambiciosos del gobierno chino, el cual costará aproximadamente 30 mil millones de euros.
Teda pretende ser completamente funcional en 2020, extendiéndose sobre un área de 30 km2. Contará con paneles solares que generarán la electricidad de toda la ciudad, transportes comunes verdes, reciclaje de todos los desechos y agua potable–en un país donde el 70% de los ríos están contaminados.
Se estima que albergará a 350 mil habitantes aunque por el momento cuenta únicamente con sesenta familias. Si bien no tiene escuelas ni hospitales, los primeros habitantes son optimistas y sienten que a la larga obtendrán mayores ventajas que invirtiendo en cualquier otra ciudad del país.
A pesar de que la ecología es para la mayoría de los chinos, todavía una preocupación “de ricos”, la construcción de eco-ciudades se impone con urgencia para un futuro sostenible en uno de los países más contaminados del mundo.
Fuente: arq.com.mx
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