La injerencia de los edificios en la emisión de dióxido de carbono, gas que promueve el calentamiento global, es altísima. Y para la solución de este problema la arquitectura es crucial: hoy por hoy, las fachadas pueden mejorar el planeta.
Uno de los temas de la última conferencia sobre cambio climático organizada en Copenhague fue la influencia de los edificios en el calentamiento global. Según cifras del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, los edificios emiten el 48 % del total de dióxido de carbono. De este total, el 85 % se produce durante la fase operacional, es decir, debido a transferencias térmicas por el uso de climatizadores, y el 15% restante es consumido durante la fase de construcción edilicia. Lo que quedó claro en la conferencia fue que la arquitectura está en condiciones de brindar soluciones a este acuciante problema mundial y que las fachadas, bien pensadas, podrían impedir la transferencia de energía.
VIA: Arquitectura sustentable.
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